El Cohousing es el resultado de 25 años de generar un proyecto único en el país por su envergadura. Los caminos recorridos en proyectos comunitarios y de visita a numerosos cohousings y comunidades intencionales de diversos países, se cristalizó en el proyecto Ecovilla Gaia. Este se convirtió en un espacio de investigación y práctica de como un grupo de personas puede convivir y sustentarse en un espacio de tierra de la forma más ecológica posible. Esto se logró, por aplicarse el diseño permacultural a toda la Ecovilla Gaia, que comenzó el 5 de junio de 1996 en 20.5 hectáreas el partido de Navarro, Provincia de Buenos Aires. Fue así que la Ecovilla Gaia se convirtió en un lugar de referencia de sustentabilidad, comúnmente citada por David Holmgren (cofundador de la Permacultura) como uno de los lugares de mayor nivel de sustentabilidad de los proyectos que visitó.
Al mismo tiempo, dentro de lo que se llama las estructuras invisibles de un diseño permacultural, fuimos desarrollando la trama humana. Desde el comienzo hasta el 2004 nos organizamos con economías individuales. Entre todos llevamos adelante la Ecovilla, y cada uno decidía cuanto de vida individual tenía y cuanto de comunitario. Como en los primeros años el proyecto no generaba recursos económicos, todos teníamos que cubrir los gastos mensuales, y quienes podíamos hacíamos aportes extras para el desarrollo del proyecto.
Pero el problema que se acrecentaba con el tiempo fue que no había propiedad privada, y a la larga desmoralizaba a la mayoría. Aunque queríamos, no podíamos tomar el condominio como estructura legal para el Cohousing por las limitaciones que tenía, especialmente si un condómino contraía una deuda y no la pagaba, el resto tendría que haberse hecho cargo de ésta.
En el 2004 pasamos a un formato de economía comunitaria y dentro de éstas nos inspiramos en las comunidades igualitarias de Estados Unidos, esto nos permitió crecer en cantidad de miembros y en seguir desarrollando el proyecto en todas las áreas que habíamos diseñado a comienzos de los 90′. Pero otra vez tuvimos el mismo desafío, años de vida comunitaria sin propiedad privada produjo los mismos problemas que en la etapa anterior sin permitir que la comunidad pudiera seguir creciendo. Y fue así que en el momento de replanteos profundos, en 2015 se reforma el Código Civil y la figura del condominio se mejoró sustancialmente en todos los aspectos, tomando como ejemplo otros países avanzados en este sistema, donde la deuda de un condómino no tiene que ser pagada por el resto.
Así que retrocedimos en el tiempo recuperando el método de economía individual pero con propiedad privada, formando un Cohousing, que habíamos estudiado en detalle. Volvimos a rediseñar la propuesta. Así se destinaron las 9 hectáreas centrales de la Ecovilla, donde están los edificios comunes (claves para todo cohousing), las huertas, los frutales, los bosques para leña y maderas nobles, el parque natural de especies nativas y los talleres.
El condominio se conformó en 35 partes indivisas y cada una dispone de un espacio de uso exclusivo para su vivienda. Ahora los integrantes del cohousing no tenemos que preocuparnos de cómo desarrollar el proyecto (lo que requiere de un espíritu pionero y mucha juventud para tanto trabajo físico que lleva comenzar un proyecto desde cero). Fácilmente pueden integrarse las generaciones de los 40, 60 u 80, y comenzar a vivir la vida de covivienda, cosechando día a día los frutos de los árboles y las huertas, y compartiendo los ingresos que genera el cohousing en lugar de mes a mes hacer aportes personales.
En el último año y medio nos dedicamos a escribir el acuerdo que acompaña la escritura de cada condómino. En este documento se volcó toda la experiencia de 21 años de vida en el lugar y del análisis del funcionamiento de diferentes cohousings en el mundo. Por otra parte, se realizó la agrimensura de toda la parcela y la marcación de los 35 espacios de uso exclusivo. Terminado esto hizo una convocatoria para que nuevas personas puedan sumarse, y fue así que de diferentes partes del país, una increíble cantidad de personas participaron en la reunión del 1º de abril reciente, en la que fue presentado al detalle todo el proyecto. Los sueños y dudas de los posibles nuevos vecinos dieron al encuentro la nota de profundidad, de lo que implica cuando se reúne un grupo de personas que aspiran a vivir de otra manera.
Dr. Gustavo Ramírez
U.I.P. (Universidad Internacional de Permacultura)
Junio 2017