“Las hormigas tienen una distribución geográfica amplísima, desde el Ecuador casi hasta los polos, desde el nivel del mar hasta aproximadamente los 2.000 metros de altura en la montaña. (…) Las hormigas andan dando vueltas en el planeta desde el período Cretásico, lo cual significa desde hace aproximadamente 100 millones de años. A pesar de las glaciaciones, las extinciones de los dinosaurios, los cambios del clima y los gobiernos militares, ellas persistieron, conformando hoy aproximadamente 9.500 especies distintas. No son muchas especies, sino que también son muchos individuos. Una sola colonia de hormigas “guerreras” (estilo “marabunta”) puede tener más individuos que todas las poblaciones de leones y elefantes de Africa.
Es evidente que las hormigas han sido exitosas. Están en todas partes, son muchas, hay muchas especies y se encuentran en nuestro planeta desde hace mucho tiempo. Una razón muy importante de su éxito tiene que ver con su organización social. Existen muy pocos animales que conforman sociedades. Entre los insectos, aparte de las hormigas, solo lo hacen las abejas, algunas avispas y las termitas.
La palabra “sociedad”, tan conocida por todos nosotros, tiene una definición muy estricta en biología. Las generaciones se superponen en el tiempo (o sea, siempre hay huevos, juveniles y adultos dando vueltas), existe división del trabajo (distintos individuos de una misma colonia se ocupan de distintas funciones, incluyendo la reproductiva), y las crías son cuidadas por los adultos. Todas estas características las han hecho triunfar a lo largo de su historia evolutiva.”
* Un mundo de hormigas – P. Folgarait y A. Farji-Brener