Los que ya estamos convencidos que el imperio no podrá reaccionar ante el aniquilamiento de la naturaleza, y que gran parte de las masas totalmente condicionadas seguirán siendo autómatas consumistas y generar violencia, depresión, histerias, fundamentalismos científicos, etc., estamos en el camino de una nueva etapa civilizatoria.
Por todo esto y mucho mas en gestación, no podemos esperar ya a nadie, mientras el planeta entró en una etapa de fusión, de decapitación sistémica de la biota planetaria, de alteración de sus ciclos más claves para la vida.
Por esto queremos generar botes salvavidas, que puedan navegar, con un sentido y que puedan generar esperanzas, que en esta etapa post-colapso, las personas reconozcan la mentira que se construyó alrededor de todos estos siglos y que los abarca totalmente, la cultura permanente por todas partes está ofreciendo lo que guardó y generó por varias décadas.
Mientras, mes a mes seguimos escuchando peores noticias que afectan los frágiles procesos de estos 4500 millones de años de evolución, sentimos que todo se acelera hacia cambios inimaginables.
El camino es que cada vez más personas puedan vivir el día a día sintiendo lo que nos hermana con el árbol, el viento, el arroyo. Mientras hacemos: nuestras tareas de mantenimiento, construcción, siembra, educación de los niños, construcción de molinos, escribir sobre todo esto, documentar todos los procesos, mantener información de las especies que cultivamos, mantenemos bien guardadas las semillas para que si tienen que ser sembradas dentro de 30 años puedan tener el mejor poder germinativo.
Esta es una cultura del crecimiento del “producto sabio”, tener más conciencia cada día de nuestro origen, crecer en la comprensión de los procesos que nos rodean, crecer en la desactivación de las posesiones, títulos, apariencias, la depresión, la TV en nuestra vida, si!!! Esta es una sociedad de crecimiento de conexiones entre las personas que están viviendo, pensando y sintiendo de la misma manera.
Es crecimiento de expansión de conciencia, de vaciar nuestro cuenco para que la gracia de la pacha mama lo llene con todos los augurios, con abundancia para el corazón.