En estas notas empezaremos a volcar la experiencia de 20 años del Instituto Argentino de Permacultura (IAP) en el cultivo de especies y variedades tradicionales y no tradicionales, y la producción de sus semillas.
El uso de estas especies permiten a un sistema de permacultura ser resiliente en su producción de alimentos, permitiendo así adaptarse a las condiciones ecológicas del lugar y a las variables cada vez más extremas del cambio climático.
Las especies y variedades presentadas en esta sección fueron adaptadas, rustificadas y en algunos casos hasta mejoradas a las condiciones de llanura pampeana húmeda, donde desarrolla sus investigaciones el IAP.
Todo el material utilizado está basado en semillas de polinización abierta, libre de transgénesis e hibridación. Esto permite a todo agricultor que utilice este tipo de semillas poder volver a sembrar manteniendo sus cualidades de pureza varietal.
Por otra parte, seguimos promoviendo la Red Argentina de Salvadores de Semillas, creada en el primer curso sobre semillas que el Ing. Emigdio Ballon ofreció en la Ecovilla Gaia en el 2002. A través del intercambio más personas pueden cuidar la misma variedad asegurando la permanencia de la mismas. Y por otro lado, nuevas variedades pueden entrar en la red, generando así pasos sólidos para la soberanía alimentaria.
Es por esto que todos aquellos que quieran compartir sus semillas pueden enviarnos un e-mail y recibirán nuestra lista de intercambio.
Amaranto: Historias doradas de los tiempos
Amaranto Dorado Gigante (Amaranthus hypochondriacus)
Si un cultivo puede cubrir parte de las pampas, es esta variedad, que acompañada por el sol de veranos llegó a la increíble altura de 2,50 metros, con enormes panojas de color ocre relucientes, lo que a la distancia hacía predecir una riqueza incalculable, desde el valor nutricional, destacado por la calidad de sus proteínas.
Hemos realizado ensayos con otros amarantos, pero este promete destacarse y así, como lo hicimos con las variedades y así como lo hicimos con las variedades de quínoa de tierras bajas de que difundieron por la llanura pampeana, sin duda este amaranto se sumará a estos cereales andinos que podrán mejorar la calidad de los alimentos producidos. Por otra parte, estos son cultivos provenientes de zonas semiáridas, por esto la fertilidad de esta bioregión les ofrece un amplio desarrollo como cultivo a gran escala. Una sola panoja puede producir semillas para cientos de metros cuadrados, así que, con la cosecha disponible podemos cultivar las primeras hectáreas, ya que hemos entregado semillas a unos 15 agricultores para que realicen sus primeros ensayos.
Amaranto Mantegazzianus (Amaranthus Mantegazzianus)
Si una especie local estábamos buscando desde hace 25 años es el Amaranto cultivado por la Nación Comechingona y otras, ya desparecido de los lugares originarios. Esa búsqueda terminó porque en la primavera pasada, unas pocas semillas fueron colocadas en nuestras manos.
Si hay una planta argentina por excelencia es esta, de todas las especies comestibles, ya que originalmente solo fue encontrada en este país. Las especies exclusivamente argentinas son muy raras, y para tener como ejemplo una especie doméstica, es más raro aún. Esta es una especie cultígena, es decir que se ha originado por el cultivo. Carece de la forma silvestre emparentada. Se la cultivó en valles bajos y cálidos, pues no soporta los fríos de las alturas, crece bien y fructifica abundante. Aquí en la Ecovilla Gaia tuvo un optimo desarrollo llegando a plantas de 1,80 metros con panojas medianas de un color ocre anaranjado, con semillas color perla.
Las naciones originarias la cultivaron por el valor de sus granos usados para la alimentación y por sus hojas y brotes que comían cocidos. Otros nombres que recibió fueron Trigo Inca, Quinoa del Valle, Chaclion, Ataco.
Ya la hemos cosechado y haremos la primera comida con este amaranto, el que será un momento para recordar hábitos ancestrales. También disponemos de material para que muchos puedan cultivar esta especie y sacarla de su casi inminente extinción.